Relato de un náufrago


No tengo en quién confiar. Mi familia no entiende nada. No puedo incomodar a los amigos con estas cosas. No tengo amigos realmente íntimos. Soy tímido. No me gusta andar ventilando mis angustias. No tengo novia ni amante. Me siento solo como si hubiera naufragado en el mar. Soy, precisamente, un náufrago. Entonces confío en mí mismo. ¿En mí mismo? ¿En estas líneas? ¿Cómo puedo confiar en ellas? Son pretenciosas y parecen sacadas de un diario íntimo. Qué horror. No sufro menos por eso. Un hombre puede sufrir de cualquier manera. Ya sea vestido de seda como cubierto por una manta rota. Basta.

Fernando Pessoa / Escrito a los 19 años

No hay comentarios:

Publicar un comentario