Los dioses no se piensan


Sigue tu destino. Riega tus plantas. Ama tus rosas. El resto es la sombra de árboles ajenos.
La realidad siempre es más o menos lo que deseamos. Sólo nosotros somos siempre iguales a nosotros mismos. Suave es vivir solo. Grande y noble es siempre vivir simplemente. Deja el dolor en las aras como ofrenda a los dioses. Mira de lejos de la vida. Nunca la interrogues. Ella nada puede decirte. La respuesta está más allá de los dioses. Pero serenamente imita al Olimpo. En tu corazón los dioses son dioses porque no se piensan.

Ricardo Reis

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