El mal verdadero


El mal verdadero, el único mal, son las convenciones y las ficciones sociales que se sobreponen a las realidades naturales. Todo. Desde la familia al dinero y desde la religión al estado. Las personas nacen hombre o mujer, quiero decir, nacen para ser, al devenir adultos, hombres o mujeres. No nacen, según la buena justicia natural, para ser maridos o esposas o ricos o pobres. Tampoco para ser católicos o protestantes o portugueses o ingleses.

F.P.

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