Un día triunfal


Un día se me ocurrió inventar un poeta bucólico, bastante sofisticado, y presentarlo, no me acuerdo ya de qué modo, como si fuese real. Pasé algunos días elaborando al poeta sin que me viniese nada a la mente. Al final, un día en que había desistido -era el 8 de marzo de 1914- me acerqué a una cómoda alta y tras tomar una hoja de papel, comencé a escribir, de pie, como escribo cada vez que puedo. Y escribí treinta y tantas poesías, seguidas, en una especie de éxtasis del que conseguí definir su naturaleza. Fue el día triunfal de mi vida...y nunca podré tener ya un día semejante.

F.P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario